DULCES MAREAS: EL DIARIO DEL CIUDADANO PEZ. Pez voraz.



De pez satisfecho a pez voraz.
Han vuelto otra vez  las ganas de saturarme de todo lo que no tengo.
Dudar, dudar, dudar.
Los nuevos sistemas de comunicación, las nuevas relaciones,  las nuevas parejas, la visibilidad. La vieja soledad.
Menos mal, que  el río que navego -que ordeno, que inspecciono, que vivo, que me esconde- me sorprende con vida real  cada día.




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