UNA TIENDA. UN TENDERO. UN BARRIO. #unatiendauntenderounbarrio.

Me gusta mi barrio. Me gustan sus tiendas, por las que parece no pasar el tiempo, pero que en realidad, con un esfuerzo titánico, se han ido poniendo al día en tecnología y estrategias, utilizando todos los recursos, herramientas y medios que les permita ser visibles y  competitivas.

No hace falta ser un experto para saber –y entender-  que nuestro dinero,  al consumir en ellas, se queda más cerquita de casa, que  favorece y  dinamiza la economía más próxima, genera empleo y  da vida a nuestro entorno inmediato, lo que revierte en calidad.

Algunas mañanas, cámara en mano, mientras los comerciantes descargan sus camionetas,  colocan la mercancía o hacen chirriar las verjas empujándolas con energía, me gusta desearles buen camino, fotografiarlos, charlar con ellos, y, si  se tercia, echar un cafecito.

En la tienda de fruta, verduras y hortalizas, los productos que, meticulosamente,  van colocando y ordenando son españoles y muchos, la mayoría, locales o provinciales. El carnicero me habla de sus vacas, de cómo las alimenta y cuida, del corte perfecto y la mejor manera de cocinar y sacar partido a lo que me llevo. En la farmacia, me cuidan. En la mercería, me buscan los botones del color más antojadizo y me cosen las dichosas cremalleras. En la panadería, no pecar es el mayor de los pecados…  Y así, uno  por uno, cada establecimiento que da fuerza y entidad a las cuatro aceras en las que vivo, he aprendido y aprendo…

He aprendido,  a base de tirar comida, que para comprar bien hay que planificar -¡ay! la famosa lista de la compra-  He aprendido a no consumir con los ojos y a que decidan por mí los impactantes y atiborrados pasillos de las grandes  superficies. He aprendido a pedir el producto  que necesito. He aprendido a charlar y compartir la espera, mientras me toca el turno. He aprendido que la gasolina suma en la cuenta final. He aprendido a caminar por mi barrio, mirando y viendo

 Me gusta mi barrio. Mi barrio es una gran superficie. Me gusta ser  un producto del terreno.