DULCES MAREAS. EL DIARIO DEL CIUDADANO PEZ. Flotar, fluir, fluorescente. Pez adicto
Hoy, que no hace sol, tengo más espacio y tranquilidad. Encima y debajo del puente se respira una quietud que el verano se había llevado y que, francamente, empezaba a echar bastante de menos. No, no me molestan los niños, no me entiendan mal... pero llegar a ser parte de un paisaje no admite mucha compañía. Es un ejercicio de soledad, fe, paciencia y mucho coraje.
Rodeado, este ciudadano ni flota ni fluye.
Rodeado, este ciudadano tendría que volverse fluorescente y chirriar para que le mirara alguien.
A solas, el entorno llega a engullirme y es entonces cuando siento que formo parte un ciclo mágico y que mi vida tiene un precioso e importante sentido.
Pez adicto.
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