TORQUEMADA (Palencia). El motor del pasado (y IV)

Junio de 1808, los vecinos de Torquemada ofrecen resistencia a las tropas napoleónicas, que se dirigían hacia Valladolid, cortando su paso heroicamente con barricadas en el puente sobre el río Pisuerga y utilizando la iglesia de Santa Eulalia como alcázar.

Junio de 2014, los vecinos y visitantes de Torquemada disfrutamos de la recreación de uno de los acontecimientos históricos más sobresaliente del municipio. Una puesta en escena cuya finalidad fundamental es potenciar la villa y el turismo.

    

Fueron los miembros de la Asociación Napoleónica los encargados de dar vida a las tropas enfrentadas. Durante dos días, explicaron los acontecimientos históricos, simularon la batalla sobre el puente, formaron y desfilaron con uniformes militares y armas y  levantaron un campamento, al que no le faltaba detalle, en el Parque Isabelino. Los actos terminaron con una ofrenda floral  ante el monumento a los caídos. 

En la villa cerrateña ha habido más acontecimientos históricos significativos, como la entrada en Torquemada de Juana La Loca, el nacimiento de Catalina de Austria o las visitas de Zorrilla a su padre. La recreación de la llegada de Juana I de Castilla con el cuerpo yacente de su esposo Felipe El Hermoso alcanza ya su  séptima edición.

Al mismo tiempo que la historia se hacia un hueco en el presente, tenía lugar la muestra alimentaria: vinos, queso, legumbres embutidos, pan...  Productos de Palencia, del Cerrato y de Torquemada, ¿quién puede escapar a tan suculenta tentación?

Pero nada, nada, es comparable a llegar a un lugar como forastera y abandonarlo como admiradora tras compartir un espléndido paseo, un riquísimo vaso de vino y una conversación amena y muy interesante, que puso a mi alcance más  respuestas e historia de las pensaba encontrar.

Mi especial y cálido agradecimiento a Marixil Araujo por brindarme la oportunidad de conocer Torquemada y a sus vecinos; por recorrer conmigo el pasado y conseguir que vuelva a mirarlo con mucho orgullo  y por contagiarme de esperanza ante un futuro que ya está a punto de sentenciarse.

Torquemada es, desde luego, un lugar donde vivir y vivir muy bien.