DE MAÑANA. Estás, aunque no te veas


Empezar el día repasando las etapas hechas y las que me quedan por iniciar,  es un ejercicio que a mi me ha valido para ir saliendo del desierto en que se había convertido mi vida. Ahora -después de algún tiempo,  mucho esfuerzo y un viaje interior riguroso-,  estoy barriendo los últimos restos  de arena y empezando a respirar  frescor.
Vivir es un esfuerzo que consume mucha energía y hacerlo presionada por circunstancias nuevas y extremas, agotador. Vas perdiéndote de vista por el camino hasta llegar a desaparecer y dejas de reflejarte hasta en los espejos. 
Lo peor de todo es que al mismo tiempo que despareces para ti, desapareces para los demás porque los colocas detrás de las extenuantes preocupaciones. 
Si te encuentras ahí, en ese bucle interminable y demoledor:  frena, reencuentra, escuchar, valora, incorpora, empieza de nuevo. No pasa nada.
Si hay algo que hago, es aplicarme mis propias recetas y esta que dejo aquí hoy creo que es mi receta magistral, el trampolín de mi nueva etapa: haz que te encuentren
En los peores momentos de mi vida, volver a contar  con la compañía, el consejo, el aire fresco, las palabras de ánimo y el contacto de los demás, ha sido mágico.
Y la magia estaba dentro de mí. Solo tenia que dejarme encontrar por aquellos que me estaban buscando, -conocidos y desconocidos-,  porque sin querer, inconscientemente, atrapada en el vértigo y el caos, cada día me escondía un poquito más y me hundía de forma exponencial.
Nada más.
¡Muy buenos días, caminantes!

#damañana #actitud #motivación 





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