DE MAÑANA. Un trago de agua fresca



Muy buenos días, caminantes.
Ayer, por distintas vías, recibí varias y serias regañinas por volver a publicar una entrada antigua que hablaba de malos tiempos y peores perspectivas y que trasladó  una sensación errónea y nada actual en relación a mi estado en general y a mi  ánimo en particular.
Me declaro culpable y me explico.
Cada día dispongo de menos tiempo y este camino necesita mucha dedicación y horas de pasear, pensar, hablar, captar imágenes e ideas, llevarlas al papel y aportarles ese toque tan nuestro que nos hace diferentes.
Llevo tiempo dándole vueltas a cómo solucionar este camino y de qué manera darle el espacio que se merece y que, por encima de todo, quiero darle. No doy con la clave.
Me peguntaban, hace muy poquíto,  a qué dedicaría mi vida si pudiera elegir y cómo querría vivirla. Lo tengo claro, caminantes, de tren en tren, cámara de fotos en mano y portátil en la mochila, Escribiendo una crónica, lo más larga posible, a través de las emociones que me provocan las gentes, los espacios, los olores, colores y sabores; en busca de esa última aventura que contaría sin pudor y con toda la magia posible. En pocas palabras: haciendo y compartiendo camino.
Tengo una buena e importante tarea por delante: hacer coincidir en los máximos puntos posible realidad  y  deseo y  llenar este espacio de imágenes y palabras nuevas. 
Mientras,  para empezar el día, un buen trago de agua fresca, que la vida ha dado ya alguna vuelta y donde había nada, vuelve a haber caminantes a los que había perdido. 
Así es este camino y así somo los caminantes,  por eso nos hemos encontrado.
Seguimos...

#demañana #piensoenalto #comparto



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