DE MAÑANA. Los otros también eres tú


Hay épocas en  que solo pensar en salir de uno mismo o llegar a rozarse con cualquier pensamiento que no sea el que nos domina y paraliza,  nos resulta sencillamente imposible y muy doloroso.
He pasado por ahí tantas veces que he aprendido a detectar pequeños y breves síntomas que me advierten, en cuanto asoman las orejas,  de que es el momento de sacar el armamento más pesado. Sí, directamente. Nada de medias tintas ni paños calientes: ¡a por ello antes de que empeore!
También he  mejorado mi sistema de protección, equilibrado las dosis y aumentado las tomas de una mágica, milagrosa y natural medicina, que además resulta barata,  fácil de encontrar y para la que no necesitas receta médica: los demás.
Cuando llegas a entender que ahí está mucho de lo que necesitas, entiendes que tú también eres parte de esa maravillosa pócima que lo cura todo y que el resto, los demás, también te necesita a ti y para serles útil hay que estar vivo, sano y pendiente.
A la más mínima alerta, en mi bolsillo coloco este simple mensaje escrito a mano: escucha, curiosea, empápate de los demás. Me obligo también  a levantar la cabeza y a salir a la calle a mirar y escuchar y saborear  el bullicio de la vida, aunque en principio me muera  de pena.
Un día, otro día y otro... y más, hasta formar parte de nuevo de esta locura inmensa y maravillosa que se llama gente viviendo, haciendo, queriendo, siendo...
Nada más
Buenos días, caminantes

#demañana #escuchar #compartir


Comentarios