DE MAÑANA. Zapatero a tus zapatos


Si hay algo que no puedo soportar, y mira que tengo paciencia, tragaderas y años de batallas y negociaciones, son las personas que por costumbre, por necesidad, por ignorancia o pobreza de espíritu hace de otras su blanco o las utilizan como puching ball.
Supongo que muchas veces no queda otra que calarse hasta los huesos con algunos chaparrones porque, precisamente, eso es por lo que te pagan (y esta expresión la odio a muerte), pero bien distinto es que personajes que lo tienen todo o la mayor parte por demostrar, intenten dar lecciones al mundo, sean del tipo que sean.
Yo, que ya estoy fuera de muchos ámbitos y saliendo de bastantes otros, cada vez me exijo más con respecto a la tolerancia. Ni la juventud, ni las ganas, ni los malos tiempos,  ni el conocimiento extremo, ni el desconocimiento más atroz,  me van a conmover ya, aunque antes lo hacían.
Por eso, aquí lo escribo y aquí lo digo; y lo que digo, lo hago, sin amenazar: que yo estoy por la labor de aprender y aprendo cada día, pero lo que mejor puedo hacer ya es enseñar y que como mi larga experiencia y la fina educación  ya es mía y  no puede quitármela nadie, lecciones solo recibo ya de quien yo elijo.
Dicho esto, y que no suene a soberbia,  hay otra  cosa que también pienso:  hacer un traje sabemos todos, pero cortarlo... solo unos pocos.
Zapatero a tus zapatos.
Nada más. Me he quedado muy a gusto.
Muy buenos días, caminantes.

#demañana #aprender #enseñar
   

Comentarios