DE MAÑANA. Buenos días, Bo

A ratos, a días, a veces... lo llevo mal. Vivir sola nunca me ha resultado fácil y ahora, que parece que me han dado cuerda y no paro de hablar, algo menos. Pero tiene que ser así y así quiero que sea.
Recuerdo a mi padre en su sala de estar y revivir -estaba rodeado de aquello que más feliz le hacía- hablándole al presentador del telediario o animando a su Real Madrid del alma, o protestando enérgicamente contra algunas imágenes "indecentes"
Me veo en muchas cosas igual que él: vivo rodeada de mis cosas más queridas, la puerta de casa siempre está abierta y para una cervecita fría, siempre hay tiempo y ganas.
El caso es que en este momento de mi vida, en el que parece que los nubarrones van alejándose, que estoy al lado de quien quiero estar, que el fruto de mis desvelo se encamina hacía un buen puerto, en manada y feliz.  En este momento que lo que menos me importa es tener y lo que más llegar a tiempo, estar  y disfrutar y hacer disfrutar. Ahora... ahora quizá sea el momento de retomar alguna historia que se quedo suspendida, sin final, a medias, esperando a los acontecimientos...
Mientras tanto, cada mañana antes de saltar de la cama, me digo y me bendigo con un "buenos días, Bo"  y me regalo una gran sonrisa, la misma que durante todo el día procuro poner a disposición del que la necesite y del que no.
Buenos días, camiantes. ¡Hola, querido lunes! ¡Vamos allá!

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