DE MAÑANA. Cogiendo postura
Diciembre nos pilla bien acomodados, tranquilos y a la espera de unos días emotivos y plagados de intenciones reales, deseos con patitas cortas que se dejen alcanzar.
Las luces no nos van a cegar esta vez porque hay algo que ya está en territorio propio: la seguridad y la compañía.
Miro muy hacia atrás y veo un camino bastante desolado, poca gente, pocas ganas y una pobre, miope y distorsionada visión de qué, de quién, de cuándo y de cómo...
Pero ya está, cuando peleas por llegas a la cumbre y la alcanzas, el paisaje se abre y surgen otras perspectivas que no veías o no podías ver.
¡Muy buenos días, caminantes! ¿Qué hay, diciembre?
Vamos allá...
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