DE MAÑANA. Estar en su sitio



Un magnífico espectáculo me ofreció no el mar, bravo y fanfarrón, precioso y temible, sino los marineros que faenaban sorteando la fuerza y las embestidas de las olas, el frío y la fiesta de guardar.
Cuando haces una fotografía disparas pensando en captar aquello que buscas, pero a veces las imágenes te sorprenden y te trasladan a pensamiento profundos, reflexiones o incluso soluciones para tus propios problemas.
Miraba esa ola estallando brutalmente contra las rocas y ante mí: mi vida hace dos años. Miraba esa barquita, faenando, flotando sobre la calma y la satisfacción de estar en su sitio a pesar de todos los inconvenientes y el peligro;  mi vida hoy.
Muy buenos días, caminantes.
¡Vamos allá!



Comentarios