DE MAÑANA. Sí quiero
Solamente leerlo me produce escalofríos... Sí quiero
Retumban en mis oídos de vez en cuando, consejos a favor de tomar decisiones a largo plazo de las que dependerían mi aprendizaje emocional y social, mi pasaporte a la edad adulta, mi propia soberanía no la de otros o la de lo correcto.
Decir no quiero te coloca en una situación incómoda que dificulta la marcha normal de los acontecimientos, aunque, y esto es lo bueno, selecciona de forma natural las compañías que merecen la pena.
Pues bien, ha llegado para mí la hora del sí quiero, del compromiso con lo que he aprendido a amar después de tanto y tanto ensayo y error o casi error.
Quiero a mi manada de dos y cuatro patas; quiero respetar, quiero aprender, quiero llegar a la gentes, a los sitios y a las cosas, quiero serenidad, quiero recordar con admiración, quiero pertenecer...
Quiero vivir despacito, valorar y agradecer la suerte que he tenido.
Quiero una siesta frente al mar...
¡Muy buenos días, caminantes! ¡Vamos allá!
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