DE MAÑANA. Y paz a los caminantes de buena voluntad
Llevamos caminando los años suficientes como para haber formado una familia de emoción.
Lo he explicado muchas veces, pero insistir me gusta. Este Camino con mayúscula grande y firme, comenzó para salvarme y salvar la poca estima que me quedaba.
Y fijaos ahora, paso a paso hemos logrado una manada de peleones que ven y siente la vida con pasión.
Gracias de corazón.
Somos imponentes y merece la pena patear con insistencia juntos y compartiendo.
Feliz día de Navidad. ¡Vamos allá!
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