DE MAÑANA. Queridos amigos



Había tres cosas que no tenía y que realmente echaba de menos: un perro, mis caminos y ganas.
El perro y las ganas han venido de la mano de mi esfuerzo y el de mi psiquiatra; los caminos han surgido de entre la niebla de la memoria más castigada. 
Pocos senderos habrá en mi entorno que no haya pateado y fotografiado. Casi todos, enlazados a historia naciente o crecientes que me empujaban a caminar y abrir  más y más espacio, más horizonte.
Un día dejé de caminar y de mirar. Otro, se cerró a mi alrededor un círculo cansino y agrio de difícil digestión. Al otro, mis perros murieron. Al siguiente, mi cámara se hizo vieja y no la repuse. Y así, hasta que,  el último día, dejé de querer y de querer querer.
Hoy, porque el tiempo es tremendamente sabio si lo dejas caminar sin atosigarlo,  los caminos vuelve a ser de ida y vuelta.

Queridos, ya amigos,  Melchor, Gaspar y Baltasar: me gustaría pediros  una cámara de fotos nueva. Es lo único que necesito porque del resto, me he ocupado y me ocuparé yo. Gracias por tanta magia salvadora.  Firmado: R.

Buenos días, caminantes.
¡Vamos allá!



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