DE MAÑANA. Cosas que pasan



Necesité frío y el frío no llegó a tiempo. Ahora, necesito calorcito y la lluvia incesante parece instalada en mi camino.
Muchas cosas están pasando -distintas, raras, imposibles a veces- que poco a poco vamos incorporando sin darles, seguramente, la importancia y el valor que tienen. Somos así, nos adaptamos y perdemos de vista ciertas reglas que deberíamos llevar tatuadas en la piel.
No es no; robar es robar; lo de todos es de todos; lo tuyo es tuyo; lo público no es un cortijo; lo privado no es un parque. Los valores son barreras y anclas.
Pues nada, caminantes, acostumbrada como digo, me voy a pasear bajo la lluvia a digerir acontecimientos, a tomar decisiones, a seguir peleándome contra lo que el respeto, la moral, la educación y el sentido común no me deja asimilar.
Eso si, ya sin paraguas.
¡Buenos días, caminantes! ¡Vamos allá!


Comentarios