DE MAÑANA. Tristes no, caminantes



Cualquier cosa antes que la tristeza. Ella solita es capaz de acabar con vidas repletas, ricas y armónicas.
La tristeza es como un velo fino y tupido  que,  extendido antes los ojos,  no deja ver más que aquello que la nutre. De nada vale hablar, razonar, hacer o hacer sentir.
No ves, no oyes, no sientes... Envuelve, ordena y maneja las emociones por ti; desaparecen los colores de la mirada  y apenas sientes más que un hueco enorme en las entrañas y frío en el corazón.
Tristes, no, caminantes, no hallo armas para combatir y la desesperación es una dura y fatal amenaza.
Lo dicho, cualquier cosa antes.
Buenos días, caminantes. 

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