DE MAÑANA. Intuición y perros.


La intuición pocas veces me falla. Seguramente el trabajo que he desarrollado toda mi vida haya contribuido a desarrollar en mí un sentido práctico basado en la intuición que me ha librado de muchos  malos ratos y problemas.
Es, como casi todo, una cuestión de supervivencia: cuanto más evites y prevengas más salud -laboral, física y mental- tienes.
Hay muchas cosas que he aprendido de mis perros y una de ellas es a leer en los acontecimientos y a construir -a base de pequeñas pistas- el siguiente escenario.
Ellos, al más mínimo movimiento o ruido  (llaves, maletas, televisión, zapatos, abrigo...) saben qué y si forman parte del plan. Yo lo mismo. 
La intuición no es una ciencia exacta, por esa razón, si le sumas paciencia y temple, tendrás las mejores y más sofisticadas herramientas de ahorro de energía y estrés.
Vuelvo a los perros. No creo que haya ser con más paciencia y temple que ellos.
Feliz día, caminantes.

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