DE MAÑANA. Maneras de divertirse

Llevo tiempo horrorizada. Cada viernes,  el espectáculo que a la orilla de este río que nos cruza y separa en dos mitades es más desalentador y triste. 
Los aficionados a la barra libre de alcohol, droga, sexo y mal gusto tienen menos edad y aumentan como las malas hierbas. Se me ponen los pelos de punta ya no solo pensar en ellos -espero no caer en sus manos cuando sean profesionales adultos-  sus padres y su familia, sino en esta sociedad que se está construyendo sobre tierra yerma. ¿Qué valores tienen? ¿En qué piensan? ¿En qué creen?
No sé si os acordáis de un anuncio magnifico en el que una niño de volvía loco de alegría porque le había regado un simple palo.... Quiero palos, grandes, pequeños, anchos... Quiero enseñarles a mis nietos que un palo es el artefacto más sofisticado y complejo, construí do con una tecnología puntera, que con él se pueden levantar sueños y alrededor de él, amistades eternas. 
Por cierto, respeto las manera en que cada uno se divierte. Lo que pasa es que no creo que estos jóvenes se diviertan, más bien se destrozan y pierden el control de una época que no vuele y en la que la cabeza se va amueblando. 

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